La educación como profesión debe ser, por supuesto, por vocación; y si hablamos de enseñanza a adolescentes es imprescindible, ya que atraviesan una etapa crucial y especialmente difícil en lo que a formación de la personalidad y cambios fisiológicos se refiere.
Una persona se define, principalmente, por la educación recibida, tanto en casa como en los centros docentes en los que se forme a lo largo de su vida, de ahí la suma importancia que, como profesora, le doy a mi labor.
Me dedico a dar clases de inglés en educación secundaria y mi meta principal es ayudar a que mis alumnos/as salgan del centro con las herramientas necesarias para continuar con su formación y, especialmente, con los valores fundamentales que les motiven a ser cada vez mejores personas.
Iré contando experiencias, vivencias, pensamientos y reflexiones derivadas de mi entorno laboral y del contacto con adolescentes de edades entre 12 y 17 aproximadamente.
Por supuesto, trataré de servir de ayuda a los que os acerquéis a este blog y continuaré profundizando y buscando cosas útiles que compartir.
Buena suerte si tú también tienes en tus manos una labor tan importante y tan tediosa pero que tan gratificante resulta.
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