sábado, 16 de febrero de 2013

CÓMO CAMBIA LA VIDA... ADOLESCENTES DE HOY

Hoy me quiero parar a reflexionar sobre los cambios que en tan pocos años se aprecian en nuestros adolescentes. Aunque suene a tópico, recuerdo que en mi época éramos bastante diferentes, y hablo desde la comparativa al haber estudiado yo misma en el centro donde ahora imparto mis clases; partiendo de la base de que en mi grupo solo éramos chicas en toda la EGB (ahora Primaria) y en la Enseñanza Secundaria Obligartoria (que entré directamente en 3º de ESO porque me cogió en pleno cambio de Ley) había solo tres o cuatro chicos en clase. El hecho de ahora ser colegio mixto en todas las etapas, obviamente, marca diferencia en todos los aspectos de los niños y adolescentes que tratan con compañeros de su mismo sexo y del contrario desde que tienen uso de razón; en mi opinión es un avance, aunque debo admitir que las chicas "vivíamos" bastante tranquilas sin chicos que alborotaran... aunque eso ahora mismo no tendría ningún sentido. Observo que los papeles chico-chica son plenamente intercambiables en actitudes alborotadoras, inmaduras, brutas y chulescas... no importa en absoluto el género, los chicos y las chicas adolescentes juegan roles muy diversos sin importar en absoluto ese aspecto. Lo que destacaría por encima de todo, es la actitud de "no tenerle miedo a nada ni a nadie" de forma generalizada, y me explico: los adolescentes de nuestro presente no muestran ese respeto que nos ha caracterizado durante tantos años por nadie ni por nada, es decir, no hablo de que falten el respeto insultando o haciendo cosas por el estilo, que también los hay, pero no hablo de eso; me refiero a que tratan a profesores, religiosas (el centro en el que trabajo es católico de religiosas filipenses), directora, jefes de estudio, etc. de la misma forma prácticamente que tratan a cualquier compañero de clase, por supuesto midiendo más las palabras malsonantes. Esta realidad me resulta algo preocupante porque no sé hasta qué punto eso puede ser bueno o malo... hasta que pasen unos años y veamos en qué tipo de personas se convierten tendremos que ponerlo en cuarentena. Sin embargo, hasta entonces, yo procuro adaptarme al entorno y entender que no trabajo con adolescentes del tipo que yo conocía e intento enseñarles que el valor de la educación será el que les abra más puertas en la vida... (Dedicaré otras entradas a profundizar en el tema de los valores). 
A pesar de lo expuesto anteriormente, veo que están tan perdidos, que se sienten tan poco comprendidos... noto que las familias tienen que dedicar tanto al trabajo (los que con suerte lo tienen...) y a sus responsabilidades, que en muchos casos no hablan con sus hijos y estos están tan faltos de que alguien los escuche... en el fondo no son más que niños que están empezando a convertirse en personas adultas y en ese proceso se ayudan de lo que pueden y son sus congéneres los que desempeñan papeles para los que no están preparados. Deberíamos reflexionar y darnos cuenta de que estos adolescentes son nuestro futuro y están colmados de bienes materiales que no satisfacen para nada sus necesidades. Abramos los ojos e intentemos hacerles el caso que merecen.
Seguiré tratando estos temas, ya que esto solo ha sido una introducción. Espero que, al menos, os haga pensar. Seguid disfrutando del fin de semana. ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario